Ficha de Sophia

~○●General
Nombre:Sophia Hidden
Raza: Alma
Apodos: Sophia es Sophia y punto
Edad: 800 años
Edad Aparente: 19 años
Objetivo: Encontrarle a él...

~○●Descriptiva
Descripción Física: [imagen en spoiler]

Spoiler:

Descripción Psicológica: [i][Minimo 8 lineas]

Sophia es una chica con mucha carisma. Es inteligente y sensata, siempre piensa 2 veces lo que tiene que hacer, pero en pocas ocasiones, hace cosas que no debe, pero esto lo hace casi nunca, tiene muchos escrúpulos. Es una chica amable y gentil. Nadie puede intimidarla, a veces, no le importa el mundo, claro está, es un fantasma, pero siempre hace lo que puede por ayudar a los vivos, no les tiene ningún rencor. A ella, no le ha importado la muerte, nunca, de verdad. Es sería y tranquila, no muy hiperactiva. No le tiene miedo a nada, ni a nadie, aunque sea un peligro, no, ella es así. Ya no le importa nada en el mundo. Es muy enamoradiza y algo tímida.

~○●Otros
Hobbies: Bueno... ayudar a los vivos, leer libros aunque no pueda tocarlos, observar la naturaleza...
Gustos: La naturaleza, la tranquilidad, la música clásica, la literatura.
Disgustos: Las penas, las injusticias, las personas estúpidas que no saben apreciar la vida...
Fobias: A nada

Historia: [minimo 15 lineas]{Debe incluir la razon con la que murio en caso de las almas

Era una noche fría y lluviosa, hacía luna llena. No creo que ese fuera el mejor momento para ponerse de partos. La mujer gritó, de angustia. El hombre se paseaba intranquilo, entonces entró la comadrona. El quiso entrar en la habitación donde estaba su mujer, pero la comadrona no se lo permitió. El se quedó esperando, dando vueltas por toda la casa. Observó por un momento la luna llena, y luego agachó la cabeza, esperando que todo saliera bien, que su mujer estuviese bien...
Un grito interrumpió sus pensamientos, el se dirigió hacia allá, alarmado, no le importaba nada.
Ahí encontró a su mujer, empapada en sudor y a la comadrona con un hermoso bebé en las manos.
Se dispuso a limpiarla, ya que estaba cubierta de sangre y luego se la dio al hombre. El observó sus ojos color pardo, hermosos que miraban el mundo con una extraña curiosidad. Lo más normal es que el bebé hubiese, pero en vez de eso, rió, una risa alegre y feliz. Al padre se le saltaron las lágrimas y la alzó en brazos.
A la pequeña la llamaron Sophia, y creció feliz, entre su familia, los Hidden, una de las familias más ricas de toda la ciudad.
Sophia cumplió los 16 años, se convirtió en un una muchacha sofisticada y alegre. Un día, recibió una carta, era de otra familia, bastante rica, que la invitaba a un baile en su castillo. Seria una grosería no ir a esa fiesta, además, pocas personas tenían el honor de ser invitadas y eso la hizo sentirse especial. Se vistió con un hermoso traje azul y unos altos tacones de ese mismo color. Llegó al baile, ahí había gente de mayor importancia, divisó a la familia que le había invitado y se acercó a ellos. Eran una pareja feliz que vestían con galas blancas.
Sophia hizo una reverencia, y ellos inclinaron una cabeza.
-Es todo un honor para mi estar en su hermoso baile.-Le dijo la chica, cordialmente.
El hombre sonrió.
-No, el honor es todo mio de teneros aquí, señorita Hidden.-Habló la mujer.
Sophia sonrió y se alejó de ellos, luego observó como la gente bailaba al son de la música.
Ella suspiró, estaba en un baile y había ido sin pareja, era toda una estupidez. Se sentó en una silla, a ver como bailaban, mientras ella se aburria, sola...
Entonces,sintió como alguien apoyaba su mano en su hombro y pudo observar que era el hijo de las personas que le habían invitado. Tenia un buen atractivo y su sonrisa era cautivadora.
Hizo una reverencia y acto seguido besó la mano de Sophia. Luego, le pidió bailar. Ella se levanto, sonriente y asintió. Entonces, bailaron durante horas, Sophia sumergida en sus profundos ojos...
Hasta que desgraciadamente, terminó la fiesta. Ella quería volver a verlo. Casualmente, cada vez que paseaba por las lindas calles, se encontraba con él. Hablaban un rato entre risas y sonrisas. Pero...
Un día, se acabó, ella sintió como si él la ignorase, aunque eso no fuera cierto. Ella sentía como si las veces en que sus ojos se encontraban, fueran coincidencias, sus escasas sonrisas por la mañana no significaban nada, y cuando sus manos rozaban en los callejones, no eran más que coincidencias por que los pasillos eran muy estrechos. Poco a poco, ella ya no sollozaba, lloraba de la manera más dolorosa que había en el mundo. Hasta que un día, decidió acabar con ese sufrimiento.
Abrió la puerta de la habitación, nerviosamente y se giró al balcón, la lluvia golpeaba con fuerza el suelo, ella se acercó, dejando que la lluvia empapase su hermosos cabellos castaños, entonces, escuchó como abrían la puerta. Pero no le importaba, solo unos pasos más y...
Sintió como caía, poco a poco. Sentía miedo, pero a la vez quería que fuese ahí, entonces, cayó al suelo y se le nublo la vista. Lo último que escuchó fue la voz de él, que la llamaba.
Se despertó en una cama ¿que hacía ahí? Se había tirado, pero...
Entonces vio como alguien aferraba su mano con fuerza, miró a su lado y vio la cara de su amor, llena de lágrimas. Ella iba a abrir la boca para hablar pero el negó con la cabeza.
-¡¡No hagas más eso en tu vida!!.-le gritó.-Nunca...
Ella solo pudo asentir, pero entonces, el se acercó más a ella, hasta que ya escasos centímetros los separaban. Ella notaba su aliento frío. Y entonces, él dijo esas dos palabras que Sophia quería escuchar.
-Te quiero.-Murmuró
Entonces, el la besó suavemente y despacio, para no asustarla, pero fue cada vez más rápido cuando notó que ella se aferraba a su cuello, correspondiendo. Sus labios se movían en perfecta armonía. No eran casualidades, esas miradas fugaces, esas escasas sonrisas y esos roces en las manos eran muestra de su amor, era verdad.
Estuvieron apunto de contraer matrimonio, pero entonces... una banda de bandidos mataron a Sophia, y le robaron todo lo que tenía. Ella no supo más de él, pero espera encontrarse, en la muerte, en el más allá...